Michalina Wozniak - El devenir de la ilusión
Michalina Wozniak
(1993, Polonia)
Bienvenidos al enigmático y onírico mundo de Mrs. Wozniak. En él podréis deleitaros con fabulosas fotografías, tanto de origen analógico como digital, que son verdaderas obras de arte.
Un arte realista a la vez que surrealista. Una expresión dramática, un grito de desasosiego, de querer salir de sí misma, de querer abandonar esta realidad no representativa de sus creencias ni sentimientos. Esa realidad no sentida. Ese Weltschmerz descrito por Jean Paul.
Entrar en su blog es viajar en el espacio-tiempo hasta el s. XIX. Un fastuoso “Lacrimosa” proveniente del “Réquiem” de MOZART comienza a sonar tan pronto cargamos la página. La primera foto que nos encontramos es un retrato de una persona hastiada simulando un recuerdo o un ensueño en clave alta. La tercera muestra un paisaje invernal, con árboles sin hoja bastamente ramificados, edificios difuminados por la niebla y cubiertos de nieve, mientras que en el cielo una bandada de pájaros se adentra en el inmenso banco de niebla. Más adelante vemos una serie de malformaciones congénitas. En una de ellas se muestra una severa escoliosis, siendo comparada a modo de simetría interna-externa, mostrando la radiografía y la espalda de la muchacha.
El tema de la muerte está muy presente también. En una de las fotografías observamos un primer plano parcialmente tapado por un cristal roto. En el cristal, reflejada, una calavera. Más adelante se dará uso, nuevamente, de una calavera para sustituir la mitad superior del rostro de la persona retratada. Estas imágenes me recuerdan al trabajo conjunto de los asiáticos Teshigahara y Segawa en el film “Tanin no kao” de 1966.
Al igual que en la fotografía de Kertész o en la filmografía de Bresson, en el trabajo de Michalina están muy presentes los primeros planos y los planos detalle de las manos. La mano como representación de delicadeza, de convite y de poder.
La enfermedad, la congoja, el fetichismo postmortem, la aceptación del propio cuerpo, la lucha entre el sentimentalismo y la realidad, la antítesis entre el romanticismo y el postmodernismo, la belleza enfrentada con la fealdad y la imperfección.
Respecto a la técnica juega con la larga y la doble exposición, así como con la superposición de imágenes, manejándolas con maestría.
De todo ello da fe la fotografía de esta joven polaca de tan solo 22 años de tierna edad. Permitidme, pues, que os hable un poco de ella, tras haberme informado con una pequeña entrevista que le he realizado esta tarde.
Michalina Wozniak nació en Polonia en 1993. Hoy día, con 22 años, cursa estudios de filología alemana y diseño gráfico, trabajando a tiempo parcial en la ciudad de Lublin. Comenzó disparando en analógico y llevando los carretes a positivar en tiendas de fotografía ya que no disponía de laboratorio (ni propio ni en la facultad). Ahora mismo se encuentra disparando en formato digital.
Para la edición usa Lightroom y Photoshop. No le he preguntado sobre el tema, mas apostaría a que es autodidacta.
Michalina ve la fotografía como un diario. No tiene un diario en texto plano porque considera que no se le da bien escribir. Mas cuando necesita decir algo usa la fotografía como modo de expresión y canalización de sentimientos, emociones, miedos, experiencias, locuras y weltschmerz.
Le fascinan la literatura, la poesía, la naturaleza, los fenómenos paranormales, el naturalismo, el buen cine independiente y clásico, la fotografía del siglo XIX, la estética de la fealdad, las deformidades y los diferentes tipos de imperfección física (cicatrices, heridas,…)
Entre la infinita lista de artistas que admira se encuentran aclamadas fotógrafas de los siglos XIX y XX, como son Gertrude Kasebier, Julia M. Cameron, Francesca Woodman, Sally Mann y Diane Arbus. Dentro de la literatura cita a Kafka y a Stanislaw Lem como referentes. Le apasiona la poesía, y en este campo se queda con sus compatriotas Wojaczek y Poswiatowska. El impacto visual de las performance de Marina Abramovic también la atrae sobremanera, así como las ilustraciones del sueco John Bauer y del francés Victor Soren.
Según me confesó no aspira a poder vivir de la fotografía, debido a que, al igual que en España, en su país la fotografía está muy mal remunerada. Y tampoco se ve con las herramientas sociales necesarias para hacer BBC (bodas, bautizos y comuniones), que parece ser el método de supervivencia de quien se quiera dedicar a la fotografía hoy día.
Yo creo en esta mujer. Creo en su trabajo y en la pasión que pone al realizarlo. Cada una de sus fotografías es una pequeña porción de su ser compartido con todos nosotros. Eres un manantial de creatividad Michalina. Un diamante en bruto. Así que, si en algún momento no crees en ti, entonces cree en mí, porque yo creo en ti.
Mis mejores deseos desde Santiago de Compostela. Ciudad que te recibirá con los brazos abiertos. Su web: http://michalinawozniak.tumblr.com
